Todavía recuerdo la primera vez que introduje una aplicación gamificada en clase. Los alumnos estaban entusiasmados, compitiendo por puntos y celebrando cada respuesta correcta. Sin embargo, con el tiempo, aquella emoción se fue apagando. Fue entonces cuando me pregunté: ¿la gamificación es realmente una herramienta efectiva para un aprendizaje o solo un estímulo momentáneo?
Dos alumnos trabajando colaborativamente con herramientas digitales y creaciones manuales para resolver uno de los retos planteados
Como docentes, nos dicen que debemos innovar pe…